NOTAS IMPORTANTES

- General. Para navegar por el blog utilizar la lista de contenidos que aparece a la izquierda.

- Historia. Para selectividad es muy util la web www.telefonica.net/web2/fmurilla/index.html. Aparecen las 25 preguntas fijas, los textos y las gráficas.

- Historia. La parte de Historia de España de este blog es una mezcla de los contenidos de la web http://www.zubi.biz/ del profesor Jose Manuel Zubicoa, de lo que él da en clase y de búsquedas en internet.

- General. No todo lo que está en este blog está corregido por un profesor. Es una ayuda pero no recomiendo utilizar exclusivamente esta fuente de informacion. Lo mejor es que cada uno se haga sus propios apuntes.

- General. Si encontrais algun error que se pueda arreglar comunicadlo porfavor.

domingo, 24 de julio de 2011

SAN AGUSTIN

La existencia de Dios es demostrada por San Agustín a través de la noción de verdad, superior a nuestra mente. Puede accederse hasta ella:
-         Ascendiendo por grados de perfección, desde las cosas materiales, hasta la perfección suprema.
-         El ansia de felicidad delata que tiene su origen en quien la a suscitado en el alma.
-         La contingencia, la limitación y mutabilidad de las cosas, lleva hasta un ser permanente e inmutable.
La presencia de Dios está en el alma humana. Es el fundamento esencial de la realidad, el cual hay que buscarlo en nuestro interior, no como decía Platón en el mundo de las ideas.

1.      LA CREACIÓN.

Dios es permanente e inmutable. Las cosas son inconsistentes y sumidas en la contingencia, son (existen) pero no se deben a ellas mismas. Como las cosas son contingentes, es decir que existen pero podrían no haber existido porque no tienen su propia razón de ser, el ser que tienen lo han recibido. Esa donación del ser es la creación.

La creación es la producción del ser de las cosas a partir de la potencia infinita de Dios. Es una creación    ex nihilo (de la nada) porque las cosas se han creado sin una materia existente. Dios al crear lo hace desde la sobreabundancia de su ser. El ser de la cosa es limitado, no tiene en sí mismo fundamento, lo tiene en Dios.

No hay nada que obligue a Dios a crear, así que creó por la voluntad divina. Es un acto generoso de donación libre, ha creado por amor.

Dios posee en sí mismo modelos o ideas de todos los seres. Las ha transmitido mediante su palabra, creando simultáneamente todas las cosas en un primer momento. La aparición explícita de las cosas tiene lugar a lo largo del tiempo. En una materia primigenia Dios puso unas ideas o razones seminales, que son la plasmación de los modelos de la mente divina y que han ido evolucionando, dando origen a los seres vivos.

Dios no creó en el tiempo sino con el tiempo, porque no hay tiempo antes de la creación. Además el tiempo es la medida del movimiento, lo cual es propio de las criaturas, es decir, la temporalidad es una condición intrínseca de todas las criaturas.

2.      TIEMPO Y ETERNIDAD.

La temporalidad es un pasar común para todas las cosas. Se manifiesta como futuro, lo que aún no es, pasado, lo que ya no es y presente. El presente es el paso de lo que aún no es a lo que ya no es. Nuestro ser es temporal. Demuestra lo precario, fugaz y limitado de nuestra existencia.

En el hombre, la memoria y la expectación permiten hacer presente  el pasado y el futuro respectivamente.

El tiempo es la condición propia de las criaturas, es el estar sometido a un pasar continuo, careciendo de lo que está por venir, para dejar de tenerlo, cuando ya ha sido. Sin embargo, en Dios no hay tiempo. Dios es permanente, eterno y con plenitud de ser. La permanencia es una condición del ser perfecto.

3.      EL PROBLEMA DEL MAL.

El mal físico es una carencia o privación de algo que debiera poseerse por naturaleza. Es el efecto de una deficiencia causal, ya que una causa eficiente imperfecta da lugar a un efecto defectuoso. Dios crea realidades dotadas de una cierta autonomía según su eficiencia. Las consecuencias de sus acciones pueden general choques y conflictos en la producción de sus respectivos efectos.

Dios tolera el mal físico porque desde un nivel universal, los males físicos son situaciones que dan lugar a otros bienes, normalmente superiores en particular y contribuyen a un mayor bien general. La razón no es capaz llegar a una total comprensión sin la ayuda de la fe.

El mal moral es el resultado del mal uso del libre albedrío del hombre, siendo  de su responsabilidad.

Dios tolera el mal moral porque así preserva libertad del hombre y el valor de las acciones libres. Si el mal no fuera posible al elegir no existirían los actos valiosos. La posibilidad de hacer el bien supone la de no hacerlo.